Pedir una excedencia en Accenture: «elige tu propia aventura».

Esta empresa no para de sorprendernos y no para bien. Desde el principio
nos han venido prometiendo mejoras, modernidad, oportunidades,
eficiencia… pero, hasta el momento, lo único que estamos percibiendo es
una exigencia y una presión desmedidas con la plantilla. Ante tales
circunstancias, muchos de nuestros compañeros están solicitando
excedencias voluntarias, a pesar de que la empresa no lo está poniendo nada
fácil ya que, en este sentido, ahora mismo nos encontramos en un limbo.

Para empezar, ya no basta con enviar un correo con 15 días de antelación a
RR.HH. para tramitar nuestra solicitud de excedencia. Ahora hay que hacerlo
a través de la aplicación Workday, para ello RR.HH. Qipro está enviando un
manual que le facilita Accenture en el que se «explican» los pasos a seguir,
aunque a la hora de la verdad, este manual no es muy intuitivo.

Por lo tanto, hay que tener en cuenta la destreza del usuario con la
herramienta Workday y la interpretación del manual ya que, el tiempo corre
en tu contra, pues la fecha efectiva de la solicitud no empieza a computar
cuando avisas a RR.HH., sino cuando rellenas los formularios de Workday.
Además, a pesar de las modernidades de Accenture, la aplicación exige que
se suba un documento escaneado firmado de puño y letra, eso sí, hay que
buscarse la vida para hacerlo. No les basta con la firma electrónica ni un
documento PDF firmado.

Otro de los requisitos que pide Accenture para tramitar la excedencia, es
enviar una carta física firmada de puño y letra al departamento de desvinculaciones
de Madrid, y, si uno quiere que la carta no se extravíe, a pagar 6€ de correo certificado.

Pero la cosa no acaba aquí, hay que dejar bien relleno el Time Report y por
último gestionar la entrega de equipos, que debe hacerse efectiva el último
día de trabajo. ¡Y que no se os ocurra quedaros ni con la tarjeta de recuerdo!
En el manual de despedida pone bien claro que lo que no se entregue, se
descontará en la última liquidación.

Durante todo este proceso RR.HH. de Qipro no os podrá ayudar en gran cosa,
todo está «perfectamente esquematizado» según Accenture, aunque hay
poca claridad en el proceso, porque al cumplimentar la solicitud no se genera
un «recibí» y no te enterarás de si todo está correcto hasta unos tres días
antes de tu último día de trabajo, cuando finalmente recibes un correo del
departamento de desvinculaciones Accenture.

Ahí llega otra sorpresa más, ya que la empresa nos advierte de que no
podremos trabajar para una treintena de compañías tecnológicas, incluida
OPPLUS. ¿Cómo os quedáis? No les basta con marearnos, también nos
quieren tener controlados en nuestro periodo de excedencia.

Por último ya, para la entrega de equipos, aunque en el manual indique que
hay que contactar con Tecnology Support, en realidad, por el momento, hay
que contactar con tu manager para que fije una cita con CISS y entregar todo.
Eso sí, cuando entreguéis los equipos que no se os pase por la cabeza pedir
un recibí o un comprobante en el que venga el inventario de lo entregado,
porque según ellos «esto es una viña sin amo y aquí no se dan papeles»,
aunque ellos te pidan hasta la fe de nacimiento. Para la liquidación, habrá
que «confiar» en que ajusten bien las cuentas.

¿Era esta la era del progreso que nos prometía Accenture?